Los Usos

Los Usos

Las avellanas, por su alto contenido en grasas insaturadas (ácido oleico y linoleico, entre otros), elementos minerales (Fosforo, Potasio, Magnesio) y antioxidantes (Vitamina E), presentan buenas características para ser consumidas frescas o trasformadas, tanto en comida como postres.

Sin embargo, el consumo fresco representa solamente una porción pequeña (aproximadamente el 10%) en el uso de las avellanas.

El característico aroma del fruto, es aún más intenso después del tostado, de hecho, la avellana tostada es lo que le dio a Pietro Ferrero la idea de inventar el Gandujot, el antepasado de Nutella ©.

Los procesos industriales, generalmente, comienzan en la etapa del tostado, cuyos parámetros son característicos y secretos: cada empresa tiene los suyos. Luego, las avellanas pueden llegar a tres destinos diferentes.

Los mejores frutos (por variedad, tamaño y calidad general), después del tostado, son ocupados enteros en los productos de mayor prestigio.

Las avellanas picadas se producen cortando en pedacitos la fruta tostada y blanqueada, reduciendo su tamaño. Generalmente, se utilizan en productos de pastelería y en la industria de decoración de helados y platos en general.

En tanto, la pasta de avellanas se realiza triturando las avellanas recién tostadas. El producto final de este proceso será ocupado como base para cremas de avellanas.

A parte de los usos alimentarios, las avellanas o sus subproductos pueden tener varios otros. El aceite de avellanas, por ejemplo, es muy interesante tanto como alimento, por su alto contenido de ácido oleico, como producto cosmético, en especial para el cuidado de la piel.

Considerando los subproductos, la particular composición poli fenólica (procianadinas y tocoferoles de arginina) del perisperma tiene un buen poder antioxidante, con efecto positivo sobre la salud, mientras la cascara tiene un óptimo poder calorífico que puede ser aprovechado como fuente de energía en calderas y estufas adecuadas para su uso.